Monográfico de Eduardo Kusnir

Jueves 27 de agosto 2015 | 19 hs. Auditorio Jorge Luis Borges

Obras de Eduardo Kusnir, compuestas, según sus propias palabras, para crear vínculos. El pianista y compositor estará acompañado por otros músicos, artistas y las agrupación vocal Nonsense.

Comentarios por Eduardo Kusnir
Aunque mi introducción a la música durante la infancia fue a través del piano y de sus teclas, tuve mis balbuceos iniciales en la composición. Mis tres primeras obras, que coinciden con mi estadía en La Habana en la década del sesenta −Ensemble (mi primer intento de teatro musical, La Panadería (versión para siete instrumentistas) y Cuatro marchas heroicas (coral)− lo excluyen. Fue en 1970 cuando me introduje en el terreno electroacústico a través de la versión electrónica de La Panadería. (¿La Panadería?: no podía haberle asignado un título más adecuado, ya que disfruté tanto cocinando sus sonidos como si fueran pancitos para ser comidos recién horneados).

Casi siempre, una imagen dominante, no ligada a impresiones visuales o auditivas precisas sino más bien a sensaciones internas, resulta para mí el germen de una obra. Se trata de una imagen conformada por corrientes de afectos y de sentidos emocionales, que, como un resorte, me impulsa a construir alrededor de ella, desde ella y para ella. Algo primigenio que en el proceso de su existencia se abrirá como vientre femenino bajo la presión de algo que quiere ser vida y que se materializa -porque no encontró nada mejor- en sonido, personajes, movimiento y acción. En esencia, según mi óptica, componer es crear vínculos. Con humor, suspenso y un poco de drama poético.